El tiempo corre veloz, las agujas de los relojes se mueven simultáneamente a gran velocidad, atrapándolas.
Cuentos que finalizan a una corta edad, dejan de tener sentido.
Coronas que se caen de las pequeñas cabezas, de ojos apagados con maquillaje degradado y corazones destrozados.
Una infancia arrebatada, una madurez inesperada, con responsabilidades que no les corresponden, un deber que les es impuesto.
Regalos, vestidos bonitos y un gran ajuar no son suficientes para pagar el precio de sus vidas. Una mujer vale más que todo eso.
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